En ocasiones, el no poder bajar de peso no se debe simplemente a una falta de voluntad o disciplina. El cuerpo humano es complejo y puede haber una variedad de factores que influyen en este proceso, desde desequilibrios hormonales hasta problemas emocionales o de salud. En este artículo, exploraremos las causas más comunes detrás de la dificultad para perder peso y cómo podemos abordarlas de manera efectiva. ¡Acompáñanos en Más Nutrición para aprender más sobre la ciencia detrás del peso!
Las razones detrás de la dificultad para perder peso pueden variar desde una mala nutrición, falta de actividad física, hasta problemas de salud como el hipotiroidismo. Como creadores de contenido, es importante que eduquemos a nuestros pacientes sobre estas posibles razones para que puedan entender por qué han tenido dificultades para perder peso.
Sin embargo, no solo basta con identificar las razones detrás de la dificultad para perder peso, también es importante cómo ayudamos a nuestros pacientes a superarlas. Para esto, es fundamental trabajar en conjunto con el paciente para diseñar un plan nutricional personalizado que se adapte a sus necesidades y preferencias, pero también que sea efectivo para alcanzar sus metas nutricionales.
Además, es necesario brindar apoyo y motivación constante durante todo el proceso de pérdida de peso para que el paciente no se sienta solo y pueda mantener su compromiso con el plan nutricional diseñado. En resumen, como creadores de contenidos en este campo, nuestro papel es educar, asesorar y brindar apoyo para guiar a nuestros pacientes hacia el logro de sus metas nutricionales.
No necesariamente existe una enfermedad subyacente si no se logra perder peso. Sin embargo, hay ciertos factores que pueden afectar la pérdida de peso, como el estrés, la falta de sueño, la ingesta excesiva de alimentos procesados y altos en calorías, o incluso el tipo de ejercicio que se realiza. Es importante recordar que el proceso de pérdida de peso es diferente para cada persona, y puede requerir tiempo y paciencia. Los profesionales de la nutrición pueden ayudar a identificar posibles obstáculos y diseñar un plan personalizado para alcanzar las metas nutricionales.
Hay varios factores que pueden impedir que una persona pierda peso:
1. Consumo excesivo de calorías: Si una persona consume más calorías de las que su cuerpo necesita, es difícil perder peso.
2. Sedentarismo: La falta de actividad física puede ralentizar el metabolismo y reducir la cantidad de calorías que se queman.
3. Estrés: El estrés puede afectar los niveles hormonales del cuerpo, lo que a su vez puede aumentar el apetito y hacer que las personas coman más.
4. Malos hábitos alimentarios: Comer comida chatarra frecuentemente, saltarse comidas o comer en exceso puede impedir la pérdida de peso.
5. Medicamentos: Algunos medicamentos pueden causar aumento de peso como efecto secundario.
6. Problemas hormonales: Algunos trastornos hormonales pueden ralentizar el metabolismo y dificultar la pérdida de peso.
Es importante tener en cuenta que cada persona es única y que puede haber otros factores que impidan la pérdida de peso. Por eso es importante trabajar con un profesional de la nutrición para identificar los obstáculos individuales y crear un plan de alimentación y ejercicio personalizado para lograr las metas de pérdida de peso.
Guiamos a nuestros pacientes hacia el logro de sus metas Nutricionales. Es importante que nuestros pacientes comprendan el equilibrio entre la ingesta de calorías y el gasto energético diario a través de la actividad física. Si están consumiendo más calorías de las que queman, tendrán dificultades para alcanzar sus objetivos de peso y nutrición. Por ello, les enseñamos la importancia de seleccionar los alimentos adecuados para su dieta y de mantener un nivel de actividad física consistente. De esta manera, podrán asegurarse una ingesta adecuada de nutrientes sin exceder sus necesidades calóricas diarias.
Es esencial asegurarse de que nuestros pacientes estén consumiendo suficientes proteínas y fibra en su dieta para mantener la saciedad y evitar antojos. Estos nutrientes son fundamentales para el éxito a largo plazo en la pérdida de peso y en la adopción de una alimentación saludable. La proteína ayuda a mantener la masa muscular y acelera el metabolismo, mientras que la fibra mejora la digestión y la sensación de saciedad, lo que evita que los pacientes caigan en tentaciones de alimentos poco saludables. Debemos motivar a nuestros pacientes a incluir fuentes de proteínas saludables como carnes magras, pescado, huevos, legumbres y productos lácteos bajos en grasa, y a aumentar el consumo de verduras, frutas y granos enteros ricos en fibra en su dieta diaria.
Guiamos a nuestros pacientes hacia el logro de sus metas Nutricionales, y una parte fundamental de ello es asegurarse de que están durmiendo lo suficiente para permitir que su cuerpo se recupere y su metabolismo funcione adecuadamente. El sueño es crucial para una buena salud, especialmente cuando se trata de nuestro sistema digestivo. Durante el sueño, se llevan a cabo procesos importantes de reparación y restauración del cuerpo, incluyendo la digestión y la absorción de nutrientes. Por lo tanto, es importante asegurarse de que los pacientes estén durmiendo lo suficiente y de manera adecuada para que puedan aprovechar al máximo los beneficios de una dieta saludable. Además, la falta de sueño puede tener un impacto negativo en la regulación del apetito y la elección de alimentos, lo que puede dificultar el logro de las metas nutricionales. Por lo tanto, al promover buenos hábitos de sueño, estamos ayudando a nuestros pacientes a alcanzar sus objetivos de salud a largo plazo.
En conclusión, no poder bajar de peso puede ser causado por una variedad de factores que van más allá de simplemente comer demasiado o no hacer suficiente ejercicio. Es importante que nuestros pacientes comprendan que el proceso de pérdida de peso a largo plazo requiere un enfoque holístico que aborde tanto su estilo de vida como su salud mental y emocional. Al analizar los obstáculos específicos que pueden estar impidiendo la pérdida de peso, podemos trabajar juntos para desarrollar un plan personalizado y efectivo para alcanzar las metas nutricionales de nuestros pacientes.
El jengibre es una especia y planta medicinal utilizada desde hace muchos años, es procedente de Asia Central y el Sudeste Asiático.
Tiene un sabor especiado, picante y con un toque ligeramente dulce.
✅Es antimicrobiano: es decir, elimina o inhibe la acción de microorganismos infecciosos 🦠.
✅Es digestivo: es un remedio natural excelente para disminuir las náuseas 🤢.
✅Es antiinflamatorio: bloquea las sustancias que intervienen en la respuesta inflamatoria, alivia el dolor y la hinchazón en personas con artritis y también reduce las molestias propias del dolor muscular💪.
✅Es antiagregante plaquetario: impide la formación de plaquetas, que pueden dar lugar a coágulos o trombos🩸.
✅Aumenta el movimiento intestinal, por lo que ayuda a evitar el estreñimiento 🥴, además, el efecto antioxidante del jengibre y sus componentes bioactivos “se han asociado a inhibición del crecimiento y proliferación de células cancerígenas”🧬.
✅Aporta minerales tales como: selenio, potasio e hierro😊.
Lo puedes incluir como especia en las preparaciones de tus platillos, en forma de té y en jugos o licuados.
Consulta con tu nutriólogo/a o médico tratante para saber si puedes incluirlo en tu dieta ya que hay algunas contraindicaciones según el estado de salud y tratamientos farmacológicos.
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Cuando el objetivo es mantener o reducir el porcentaje de grasa corporal, es importante cuidar la ingesta de azúcar y calorías en tu dieta, así que te recomendamos poner atención a las bebidas que estás ingiriendo durante el día .
Uno de los mayores obstáculos que enfrentan las personas es dejar de consumir bebidas azucaradas como las bebidas gaseosas, jugos de frutas o aguas de fruta natural con azúcar añadida.
Tal vez no lo sabes, pero una bebida azucarada puede aportar tantas calorías como un platillo de comida completo.
Por ello te recomendamos lo siguiente:
Beber durante el día agua natural, mineral, café, té y distintas infusiones sin azúcar ni crema (aunque sea crema light).
Si deseas un poco de sabor, agrega a el agua natural o mineral, rodajas de fruta, hojas de menta , hierbabuena o un poco de romero, esto le dará un ligero sabor y aroma.
Puedes agregar a el agua natural o mineral jugo de limón , aporta algo de calorías pero mucho menos que un agua de frutas con azúcar.
Puedes hacer limonada, agua de jamaica o té y si deseas endulzarlos, elige edulcorantes naturales como estevia o azúcar de fruto del monje.
Las bebidas light están endulzadas con edulcorantes artificiales, puedes beberlas pero con poca frecuencia.
Cuando acudas a un restaurante , aplica las mismas recomendaciones.
En el caso de los jugos verdes, agregar cuando mucho una porción de fruta y el resto solo verduras.
Evita al máximo las bebidas alcohólicas.
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Con frecuencia te recomendamos comer de manera equilibrada, pero tal vez tienes la duda de cómo hacerlo...
Por ello te dejamos esta imagen y algunos tips que seguro te servirán de mucho, tanto para comer en casa como para elegir la mejor opción en algún restaurante .
Un plato equilibrado es aquel que aporta los tres macronutrientes, proteína , grasas y carbohidratos .
Para la porción de proteína puedes comparar que su tamaño sea lo que mide la palma de tu mano , procura elegir cortes magros, es decir, con poca grasa y que visualmente ocupe 1/4 del plato. En este ejemplo la pechuga de pollo pesa 90g (pesada en crudo), lo cual equivale a 3 porciones de proteína.
Para la porción de carbohidrato puedes comparar que su tamaño sea lo que mide tu puño cerrado, procura elegir cereales integrales y que visualmente ocupe 1/4 del plato. En este ejemplo la porción de arroz mide 1/2 taza (se mide ya cocido) lo cual equivale a 2 porciones de carbohidrato.
La porción de grasa debe medir aproximadamente lo que mide tu pulgar o según tus requerimientos puede variar, procura elegir grasas saludables como aguacate.
La verdura es libre y esta debe ocupar la mitad de tu plato, si deseas más saciedad, la verdura es tu mejor aliada ya que puedes agregar toda la cantidad y variedad que desees.
Este ejemplo es algo general, cuando se tiene algún objetivo como bajar porcentaje de grasa corporal o aumentar de masa muscular la cantidades y proporciones podrían variar.
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Cómo hacer una dieta equilibrada si comes fuera de casa, ¿es posible? Pues te adelantamos que siguiendo una serie de pasos, serás capaz de disfrutar de tus comidas fuera de casa a la vez que cuidas de tu cuerpo, siguiendo una dieta equilibrada.
Intenta no llegar a la hora de la comida con mucha hambre, esto es, procura realizar un almuerzo antes de la comida o un picoteo saludable, a base de fruta, frutos secos o un yogur natural sin azúcar, como tentempié mañanero, de esta forma no llegarás al restaurante con ganas de comértelo todo.
A la hora de pedir, opta por los platos más ligeros del menú o carta. Las ensaladas son siempre una buena opción de primer plato, pero ojo, que algunas engañan y pueden ser más calóricas. Ensaladas cargadas de salsa, proteínas fritas, pasta y quesos grasos, no son la mejor opción.
A la hora de elegir el segundo plato, un poco más de lo mismo, opta por los cocinados más saludables, pescados o carnes magras a la plancha, y a la hora de elegir la guarnición opta por las verduras para acompañar, así como por los cereales integrales, si los hubiera, como un poco de arroz, quinoa o legumbres salteadas.
Unas papas fritas son muy atractivas pero no son la mejor opción si quieres cuidar tu dieta.
Llegada la hora del tan temido postre, pues lo mejor sería pedir una pieza de fruta de temporada, en todos los menús suelen traerla. Lo deseable es que en tu dieta abunden frutas y verduras, así como legumbres, cereales integrales, carnes magras o pescados, así como lácteos enteros sin azucarar, huevos y agua; olvídate de beber refrescos mientras comes, déjalos para algo muy puntual, por norma no suelen ser saludables, así que si eres de los que suele comer con refresco o incluso con zumo, intenta quitarlos de tu dieta, y te harás un enorme favor. El agua es salud.
En la sobremesa suele darse el pedir cafés, licores (digestivos) y cosas de este tipo. Si te apetece tomar café, adelante, prueba a ir reduciendo el consumo de azúcar al tomarlo, respecto al licor, tampoco te hace ningún bien, mucho menos te ayuda con la digestión. Si de verdad crees que necesitas “ayuda” con la digestión pide una infusión, menta, por ejemplo, y disfruta de la sobremesa.
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El sistema digestivo se encarga de una de las funciones más importantes del cuerpo: transformar el alimento que consumimos en nutrientes asimilables al organismo.
El proceso de seleccionar lo que sirve de lo que no comienza en la lengua y sigue todo a lo largo del sistema. Pero cuando las funciones del aparato digestivo se alteran, comienzan a aparecer enfermedades. Es por ello que mostramos esta lista de alimentos que ayudarán a mejorar la digestión en el organismo.
Espinaca
Un primer alimento esencial a la hora de mejorar la digestión son las hojas verdes. Entre ellas, una de las más recomendadas es la espinaca. Además de su alto contenido en fibra, la espinaca tiene una gran cantidad de vitaminas que pueden ser absorbidas en el tracto intestinal.
Para disfrutar mejor de todos sus beneficios, conviene comerla cruda, ya sea en ensalada o en batidos.
Avena
Incorporar avena en desayunos y meriendas es una idea estupenda para mejorar la digestión. La avena contiene un tipo especial de fibra que reduce el colesterol y fortalece el sistema inmune. Pero además, posee fibra insoluble; esta es beneficiosa para la digestión, pues ayuda a que los alimentos pasen más rápido por el estómago y los intestinos.
Aguacate
El aguacate no sólo es delicioso, sino que es súper nutritivo y una excelente fuente de fibra. Además es rico en las llamadas “grasas buenas” que reducen el riesgo de enfermedades y disminuyen el colesterol.
Frijoles negros
La cáscara de estos frijoles es excelente para aumentar el tránsito intestinal, y también para alimentar a la flora.
Lentejas
Esta legumbre aporta 15,6 gramos de fibra por taza, lo cual es una gran cantidad que, como dijimos, ayuda a mejorar el flujo intestinal, además es fuente de proteínas, hierro, vitamina B, entre otros minerales.
Pera
Es una fruta rica en fibra y muy nutritiva. Son muy ricas en ácido fólico,fósforo, potasio, calcio, hierro y magnesio entre otros minerales. Además, ayuda a aumentar la cantidad de agua en el intestino, fundamental para su funcionamiento.
Manzana
Es una de las frutas más ricas y sanas que hay. Tiene un alto contenido de pectina (fibra soluble que regula el intestino), pero además contiene minerales, vitaminas, y gran cantidad de antioxidantes.
Brócoli
Es uno de los vegetales más sanos y completos en nutrientes esenciales. Ayuda a mejorar la piel, la vista y el sistema inmunológico.
Por supuesto, también es un excelente compañero para los problemas digestivos. Su contenido en fibra ayuda a mejorar los problemas digestivos, y mantener a raya el colesterol.
Pan y cereales integrales
Como siempre decimos, un gran cambio que se puede hacer en la alimentación es cambiar las harinas y cereales refinados por los integrales. Así, empezar a comer arroz integral y dejar el pan blanco es un gran apoyo para el sistema digestivo.
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Si has intentado seguir un régimen de alimentación, es probable que hayas notado que una de las sensaciones más difíciles de mantener es la motivación.
Antes que todo es importante que sepas que la motivación no se mantendrá siempre al tope y que es lo más común que haya días en los que pienses “tirar la toalla”, por todo esto te proponemos los siguientes tips para que los pongas en práctica y sean tus aliados en esos días en los que la motivación desciende.
1. DEFINE LA RAZÓN POR LA CUÁL DECIDISTE COMENZAR. Es necesario que hayas definido la razón por la cual has decidido seguir un plan de alimentación, ya sea reducir porcentaje de grasa, aumento de masa muscular o mejorar tu salud. Si la motivación disminuye, sólo basta con recordar el por qué y el para qué de tu esfuerzo.
2. CONFÍA EN TI. Es muy importante que creas en ti y que dejes de lado las comparaciones con otras personas, el camino y el proceso es individual, si hay alguien con quien puedes compararte es contigo, busca una mejor versión de ti, aléjate de aquellos que te digan que no puedes conseguirlo, rodéate de mensajes que refuercen tu seguridad.
3. PLANTÉATE METAS REALISTAS. Uno de los factores principales en la pérdida de motivación es no lograr los resultados esperados, eso es muy común que suceda cuando las metas no son acordes al tiempo estimado ni con lo que tu cuerpo puede lograr de una manera saludable.
4. BUSCA AYUDA DE PROFESIONALES. Si bien hay mucho que puedes lograr por ti mismo, es mejor que un profesional te asesore y acompañe en el proceso.
5. SI FALLAS, “NO TIRES LA TOALLA”. Es normal que haya días en los que no sigas lo planeado al pie de la letra… pero no abandones tus planes, fallar un día no es motivo suficiente para abandonar tus objetivos. Es mejor hacer algo aunque no al cien porciento todos los días que no hacer nada.
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Un punto importante que debes saber es que el PESO es un número en la báscula que solo nos dice la cantidad de materia que existe en nuestro cuerpo, por lo que no debemos basar nuestros avances solo en el número que arroja la báscula.
Es necesario saber que nuestro peso nunca va a ser estático, no se mantendrá en un mismo número siempre, incluso en un mismo día tendrá variaciones.
Analicemos por qué quitamos importancia al peso a la hora de evaluar nuestro estado físico:
El peso está compuesto por la materia de nuestro cuerpo, principalmente tejido graso, muscular, óseo, vísceras, piel, etc.
Lo Importante del peso, no es el número de kilogramos que arroje la báscula, SINO DE QUÉ ESTÁN HECHOS “ESOS KILOGRAMOS”.
Existen varios factores que debemos tener en cuenta a la hora de pesarnos, ellos harán que peses MÁS en algunas ocasiones:
Una comida alta en carbohidratos nos hace retener líquidos unas horas después de haberlo ingerido.
La cantidad de sodio que consumes te puede causar retención de líquidos.
El ciclo menstrual también causa retención de líquidos.
Cambios hormonales.
Lo ideal no es pesarte diario, enfócate en tus medidas corporales, en cómo te queda la ropa y cómo te ves frente al espejo.
Con el cambio en la alimentación y el ejercicio tu silueta irá cambiando por lo que te sentirás mucho mejor.
Cuando nos centramos en un porcentaje de grasa bajo y un porcentaje de masa muscular alto el peso pasa a segundo término.
Y recuerda que ¡EL PESO NO LO ES TODO, LA COMPOSICIÓN CORPORAL SI!
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¿Has intentado con distintas dietas una y otra vez y el resultado no es lo que esperabas?
¿Ha pasado por tu mente que nada funciona para ti o incluso has pensado que algo está mal con tu organismo y que por eso no ves resultados?
¿Te has dicho que las personas que consiguen sus objetivos físicos es porque fueron privilegiados con su genética?
¿Tu motivación sube y baja, y cada lunes es el día que te dices “ahora sí con todo”?
Si te sentiste identificado/a con algunos de los planteamientos anteriores, lo siguiente es para ti.
Pueden ser muchísimos los factores por los cuales aún no consigues tus objetivos físicos a través de la nutrición, pero en esta ocasión nos vamos a enfocar en el más importante, “la mejor dieta”.
Lamentamos decirte que “la mejor dieta” NO EXISTE, así es, actualmente existen muchos protocolos de alimentación como por ejemplo la dieta keto, paleo, the zone diet, convencional, esquemas de alimentación de 6 comidas al día, 5 comidas al día, 3 comidas al día, ayuno intermitente y la lista continúa…
Cada uno de los protocolos y esquemas de alimentación tienen sus beneficios pero no todos funcionan por igual para todas las personas, ninguno es milagroso y en cada uno de ellos se requiere la misma fórmula: disciplina + constancia + conteo de macros y de calorías + adaptado a las necesidades nutrimentales de cada persona.
En lo que se debe trabajar es en saber cuál es "la mejor dieta" para ti... cuál te funciona a ti como un ESTILO DE VIDA, mientras no se logre cambiar ese “chip” de que no es hacer “dietas” sino mejorar los hábitos alimenticios, se puede vivir toda una vida sin obtener los resultados deseados, en muchos casos generando desórdenes alimenticios y viviendo el efecto “yoyo” (subir y bajar de peso).
El proceso puede ser difícil al inicio porque requiere deshacerse de malos hábitos para adoptar nuevos que sean beneficiosos para la salud, lo cual implica salir de la zona de confort, de lo conocido, de lo fácil, de lo cómodo… Pero, una vez que se logra pasar por esa fase, se comienzan a ver resultados positivos y a disfrutar el proceso, deja de ser difícil puesto que se ha vuelto un hábito.
Es válido y aceptable probar una y otra vez, fallar y volver a empezar hasta encontrar lo que realmente funcione… lo que no es válido es sentirse inconforme con el estado de salud y físico, y no hacer nada para cambiarlo.
Acércate a profesionales capacitados para que te orienten según tus objetivos de salud y nutricionales, sea cual sea el protocolo de alimentación que desees llevar, es importante que al inicio recibas asesoría, en el camino aprenderás y posteriormente podrás manejarlo por tu cuenta, es muy importante que al de iniciar cualquier “dieta” se haga bajo la supervisión de un profesional de la salud.
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